La
Brisa del Tiempo
/ Programa
de Revitalización Biológica
3. Personalidad del REVI
(Ser y Parecer por el mismo precio)
Qué lo diferencia: "Natural" /
Trabajo en Equipo / Posibles indicaciones
Fue
necesario pasar por esta sintética explicación de los fenómenos relacionados
con el proceso de envejecimiento para que ahora puedan explicarse los detalles
del Programa REVI con mayor fluidez, tal como podría correr nuestra propia
energía. El REVI
es un programa estructurado en el cual se aprovecha, a los fines de revitalizar, la experiencia
de años de trabajo con los sistemas médicos ya mencionados: la acupuntura, la
utilización de medicación coadyuvante y la orgónterapia, a lo cual se agregan indicaciones específicas
relacionadas con la nutrición y la actividad físicas.
Es un camino a
recorrer en el plazo de seis meses, con algunos controles luego de su terminación.
Tiene los objetivos ya mencionados, inmediatamente ligados a la visión del
proceso vital que surge de las consideraciones desarrolladas en el capítulo
anterior. Allí se aclara en qué consiste envejecer al estilo triste, precoz y
terrible, y por lo tanto se ha diseñado la propuesta REVI para lograr
exactamente su antítesis: un grato transcurrir en el tiempo y un final feliz,
lo cual debería figurar dentro de los Derechos Humanos de cualquier habitante
del planeta.
Posibles características
diferenciales
Por ejemplo, lo de "métodos naturales o biológicos". Es
necesario aclarar este concepto, que si no se pierde en la bruma. Significa dos
cosas: la primera es que tanto la estrategia como las tácticas son respetuosas
del funcionamiento biológico natural y tratan de optimizarlo, no de
reemplazarlo. Intentan restablecer la homeostasis normal (autorregulación) hasta
donde esto sea posible en cada caso. La segunda es que se utilizan medios no agresivos para la integridad de los diversos órganos
y sistemas: estimulación física de los puntos de acupuntura, medicamentos
apropiados (eficaces y no tóxicos), energía por medio de los acumuladores de orgón, indicaciones
nutricionales y pautas de ejercitación física.
Ninguno
de estos procedimientos es iatrogénico o produce efectos secundarios
indeseables. No se administran drogas químicas en el sentido alopático,
salvo vitaminas y minerales que nunca podrían entrar en la misma categoría.
Tampoco se inyectan tejidos o células vivas para evitar fenómenos de
incompatibilidad. Está claro que ni las agujas para acupuntura brotan de las
ramas de los árboles ni los medicamentos homeopáticos bajan en los arroyos
desde lo alto de la montaña. Tampoco los acumuladores de orgón surgen espontáneamente
de la tierra, pero sus criterios de utilización -junto a las características
de la nutrición indicada y el énfasis en desarrollar una cultura física- son
suficiente argumento para definir como "natural" a este Programa de
Revitalización.
Otra
característica del REVI es que se trata de un verdadero trabajo en equipo.
En este estilo de mirar y vivir la
medicina el tratamiento no se concibe
como la relación entre un sujeto activo (el médico) y otro pasivo (el paciente que "pone" el cuerpo y abre la
boca para deglutir pastillas): aquí hacen falta dos miembros activos y
comprometidos, porque de otra manera el programa no funciona. Esto no es
demagogia ni anticipo de lavarse las manos. Si se comprendió bien este escrito,
se estará en condiciones de entender que la única manera de revertir el
proceso de envejecimiento-desastre (¡que comienza a los 30 años!) es tomar su
conducción en las propias manos. Sencillamente porque nadie
puede, desde afuera, "implantar"
un sostenido equilibrio y
aumento de la energía o sanear el sistema básico de manera estable.
Y mucho menos es posible variar la alimentación por otro o respirar y mover los músculos
en "representación del paciente". Como parte del trabajo en equipo se
supone que debe tenerse una actitud de profundo respeto hacia la persona que lo
practica, lo
cual implica explicar en detalle los procesos, objetivos y
metodología del Programa y no mentir prometiendo magia imposible.
Tampoco es función del médico "hacer de papá" estableciendo una
relación que oscile entre dar comprensivas palmaditas en la espalda y regañar
con aire de profesor enojado si el paciente no "cumple" con la parte
que le corresponde en este programa.
Está claro que la cosa es exigente porque
no es nada fácil cambiar algunos hábitos profundamente arraigados, pero una
característica de esta propuesta es la eficacia que posee la sumatoria de los
distintos métodos que participan en su formulación sin
extremar ninguno de ellos para lograr los objetivos propuestos. Aquí no se
trata de plantear la exigencia de una alimentación rígida y ascética para el
resto de la vida (tipo macrobiótica o naturismo ortodoxos) con el objetivo de
fundar una nueva fábrica de faquires; tampoco se intenta formar un equipo para
competir en las próximas olimpíadas. Pero cada persona verá hasta dónde
puede, quiere y necesita llegar en este camino, que por otra parte está abierto
y despejado más allá de las exigencias mínimas planteadas en el plan de
trabajo.
Lo que se puede esperar del
REVI
El
objetivo más importante del programa es lograr una clara mejoría general del
organismo.
Es preciso destacarlo porque en la
medicina de estos días, la expresión "estado
general" significa lo mismo que "tejido conjuntivo", o sea:
algo parecido a la nada, palabras de relleno sin valor ni precisión conceptual.
Algo que pretende evaluarse con la determinación de algunas sustancias en la
sangre y una visita al cardiólogo. A lo sumo una o dos ecografías para
"descartar" la enfermedad innombrable. En cuanto a la terapéutica estándar
del estado general es mejor ni hablar, sencillamente porque no existe. Aquí sí
se habla del tema, porque el resbaladizo y misterioso "estado general"
es en realidad lo único que siempre se puede tratar y mejorar para evitar un
desastre.
Sucede que nuestra medicina no está diseñada ni tiene vocación para
trabajar en la prevención, otra
palabra incomprendida pero de utilización frecuente. Aquí es bueno recordar un
aspecto de la tradición china en materia médica: los maestros que
desarrollaron la acupuntura consideraban que verdadero médico era el que
lograba mantener sanos a sus pacientes, mientras que quien únicamente se
dedicaba a tratar la enfermedad que no había podido evitar era catalogado de
"pequeño artesano". Y tanto era así que esos médicos recibían sus
honorarios mientras tenían éxito en prevenir la enfermedad, pero cuando ésta
aparecía debían curar a sus pacientes sin percibir nada, la diferencia era algo más de
trabajo y un poco menos de prestigio.
La
mejor prevención posible es mejorar el ya famoso "estado general". ¿Qué
significa, entonces, mejorar el estado general?
Varias y concretas cosas. En
primer lugar equilibrar y aumentar la energía, lo cual no es pequeño
detalle porque los estudios realizados en torno a este tema demuestran que la
mayoría de los habitantes de nuestra cultura viven con la energía por el
suelo, bloqueada o ambas cosas. Simultáneamente
es imprescindible proceder a un operativo de desintoxicación en gran escala.
Según se ha visto, no es posible vivir con la cantidad de tóxicos que
inevitablemente se depositan en el mesénquima sin que se vean gravemente
comprometidos los órganos y sistemas más susceptibles.
A continuación poner
en práctica una serie de procedimientos para lograr estimular
el sistema inmunológico, cuya vital importancia no necesita de más
aclaraciones. Por último proceder a
estimular las funciones biológicas básicas: el sistema nervioso, el sistema
endocrino, el aparato cardiovascular, las funciones respiratoria, hepática,
renal y sexual. De esta manera puede esperarse una mejora en cada uno de los
niveles mencionados y otra difícil de definir aunque tal vez algo parecido a:
"me siento bien, me siento mucho mejor", lo cual es el típico
resultado que se obtiene cuando la basura tóxica comienza a ser expulsada y la
energía circula con mayor libertad. También es posible curarse o experimentar
un gran alivio respecto de las enfermedades reversibles que ya estaban instaladas antes de
empezar el programa.
Una consecuencia adicional a lo
esperado es una suerte de "entrenamiento
energético" y la posibilidad de aprender a manejar los acumuladores
de orgón cuando sea necesario, más allá de la terminación del tratamiento,
así como también la repetición del
programa de desintoxicación con el cual empieza el REVI cuando se lo
considere conveniente.
Es bueno aclarar que la posibilidad de
acceder a un nivel importante de autorregulación es un objetivo fundamental de
la medicina energética.
Esto implica el poder resolver de manera autónoma una cantidad de problemas o
dificultades relacionados con la salud personal, sin necesidad de estar
consultando continuamente con un médico salvo cuando esas medidas fracasen o se
presente algún trastorno que lo haga inevitable. Todo esto pueden esperar del programa de revitalización, una posible y considerable expansión del lado
luminoso del ser.
Un aspecto importante de la mejoría
que se puede experimentar se encuentra a nivel de
la sexualidad. Está claro que se trata de una preocupación inevitable
cuando "se entra en años". Es también una buena fuente de entradas
para una cantidad de inescrupulosos que prometen maravillas sin ningún
esfuerzo, ya sea con drogas mágicas o con prótesis mecánicas, transformando
una función tan humanamente expresiva en un problema de ingeniería de fluidos.
Es imposible ocuparse bien de este tema tratándolo "específicamente"
(con criterio de mecánico aficionado) y apartado del conjunto porque La
Sexualidad es una función biosíquica fundamental y sumamente compleja, ya que
depende de una numerosa cantidad de factores emocionales, neuro-endocrinos y
vasculares para ser eficiente y placentera, tanto en la mujer como en el hombre.
Tiene dos características notables: la primera que es "de-a-dos", ya que se supone que hablamos de la
sexualidad de una pareja, y la segunda es que se trata de una "función-resumen"
porque para ser adecuada requiere que el conjunto del organismo tenga la
vitalidad y el equilibrio necesarios.
El REVI trata de responder a estas
expectativas por dos caminos: el trabajo sobre el bio-sistema en su conjunto y
el énfasis en esta función particular. El refuerzo de las funciones básicas
prepara al organismo, allana el camino mejorando las áreas neuro-endocrina y
vascular. El aumento y la mejor distribución de la energía juegan un papel
decisivo a nivel emocional y biológico, sumando el efecto de las sesiones de
acupuntura, el acumulador de energía orgónica y Los Ejercicios de Seda. Por último,
se trabaja con compuestos que producen una estimulación natural de las funciones
sexuales femenina y masculina.
Lo que no se puede esperar
del REVI
Este programa no está diseñado para tratar enfermedades específicas, no es un
tratamiento para cada patología en particular, es un tratamiento de y para la persona. Es cierto que, como ya se
dijo, en la medida en que mejora la funcionalidad general del bio-sistema pueden
esperarse mejorías o curaciones de diversos males, pero esto depende de la
profundidad de la afección y de cada situación clínica particular.
Lamentablemente el REVI
no puede hacer
milagros, de manera que si el nivel
de deterioro del organismo es severo, sólo puede esperarse una reactivación
parcial de sus principales funciones biológicas.
Pero esto puede conocerse
con bastante exactitud luego del diagnóstico previo. Tampoco es factible
esperar maravillas si el paciente recibe demasiada medicación al margen del
programa, ya que muchas de las que se consumen habitualmente pueden ejercer un
efecto de bloqueo sobre el tratamiento. En este aspecto no es fácil
generalizar, es necesario analizar cada caso en particular.
Y aunque parezca repetitivo (y
efectivamente lo sea) es necesario insistir en que no se puede esperar el desarrollo de algo que no se tiene. El
programa mejora lo que se es, no inventa nada nuevo, redistribuye mejor lo que
ya se posee a través de un proceso de reorganización energética y saneamiento
de las funciones básicas, lo cual mejora la superficie (Apariencia) desde la
profundidad. Existen algunos equívocos
cuando se plantea la relación entre edad
cronológica y edad biológica. En general se dice de alguien: "parece
más viejo" o "parece más joven" que la edad cronológica que
tiene, pero es difícil escuchar "parece de la edad que tiene".
Sin
embargo, uno debería parecer lo que es, si las cosas fueran como deben ser. Es
bastante raro parecer de setenta si uno tiene cincuenta, tanto como parecer de
veinte si se tienen sesenta y cinco. Si se acepta que estamos en presencia de un
proceso generalizado de envejecimiento precoz las cosas aparecen más claras. En
realidad se habla asumiendo que la inmensa mayoría envejece precozmente, de
manera que cuando alguien aparenta la edad que tiene esto parece tan excepcional
que "parece más joven" (que los viejos precoces). Si nuestra forma de
existencia fuera más respetuosa de
la vida, lo excepcional sería encontrar personas cuyo aspecto represente
más años que los que en realidad tiene.
Indicaciones y
contraindicaciones
El REVI está indicado para cualquier
persona que sienta verdadera necesidad de hacerlo luego de reflexionar sobre lo
que plantea este escrito. Se comprenderá, entonces, que plantear límites
acerca de la edad no tiene demasiado sentido.
No tiene contraindicaciones salvo situaciones desesperantes desde el
punto de vista clínico o imposturas desde lo ideológico como deseo de magia o
éxito sin ningún compromiso de esfuerzo personal, lo cual casi con seguridad
termina en una frustración mutua.
al 4. Metodología del programa
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