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Los acumuladores de energía orgón Revitalización y Envejecimiento
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Programa de Revitalización al Natural(2009, actualiza al anterior)
Lo primero que hay que saber es que éste es un programa de revitalización, y no de “rejuvenecimiento” ni “anti-edad”. Si uno desea optar por la variedad “anti-edad”, el mercado ofrece sólo una decisión apropiada: no nacer. El tal rejuvenecimiento es una mentira de marketing, nada más. Y requiere dos agentes necesarios: uno es el inescrupuloso o ignorante que vende la idea-ilusión. Y el otro es el ingenuo e ignorante que la cree y la compra. En algo se parecen, ¿no? Es realmente una tontería sin fundamento verdadero, una patraña típica de sociedad de consumo. Y está montada en un deseo perverso: parecer es más importante que ser. Además: ¿qué pasó con el tiempo vivido? ¿Se fue o es el reconocimiento explícito de que, en realidad, no fue verdaderamente vivido? Y en todo caso, ése sería el verdadero fracaso. De manera que aquí no vendemos juventud. Si alguien quiere volver a los granitos de los quince o asistir al deslumbramiento (y la incertidumbre) de ver crecer los primeros pelos en las piernas o en el pubis, es mejor que busque la máquina del tiempo y deje de leer esto. Porque nadie te salva de envejecer, ponele la firma. ¡Y empieza mucho antes de lo que podrías suponer! ¡El proceso de envejecimiento comienza cerca de los treinta años! Es que se supone que a esa edad se ha alcanzado el máximo potencial biológico, de manera que lo que sigue es inevitable declinación… Bueno, no sé si no habrá que revisar la cifra porque también a esa edad está terminando la adolescencia en muchas sociedades “modernas y desarrolladas”. Aunque no todo es tan simple: parece ser que ciertas áreas del cerebro muy recientes en la evolución recién alcanzan su plena madurez cerca de los cincuenta años, como es el caso de algunas áreas del lóbulo pre-frontal. Así que es bueno pensarlo por ese lado, también. Pero vamos a centrarnos un poco en la cuestión del envejecimiento, proceso natural acerca del cual existen una variedad de hipótesis y que, en algún momento vamos a mencionar. Lo que puede interesarnos mucho, como personas que recorremos el camino de la vida, es que hay dos maneras de envejecer: bien o mal, con todas las gamas intermedias que ustedes quieran. La medicina describe dos cuadros muy relacionados de envejecimiento “patológico” (no entiendo bien por qué puse las comillas). Uno es el envejecimiento precoz, y el otro es el envejecimiento acelerado, con algunas diferencias que no valdrá la pena comentar. Y ése es el problema, no el envejecer en sí mismo, sino cómo transcurre esa inevitable etapa en la vida de cada persona: con qué calidad, con cuánta vitalidad. Por ejemplo: los casos de muerte natural son cada vez más raros. Nuestra cultura ha asumido, tranquilamente y sin discusión, que envejecer implica enfermar gravemente, sin vuelta de hoja. Y que son esas graves enfermedades las causantes de la muerte (obvio), pero que no hay manera de zafar de ellas, que son inevitables. Esta desgraciada hipótesis viene con garantía de fábrica firmada por los genetistas, que parecen grandes conocedores de El Corán: ellos también dicen que “está todo escrito” (en los genes). Y en un punto tienen razón: con nuestro actual modo de existencia (especialmente en las mega-urbes) es casi imposible evitar la sombra, extremadamente tenebrosa, de las enfermedades más graves. Casi como que así, con este estilo “de vida”, no hay otra posibilidad. Y además, como decía Don Ata, el tiempo no pasa: el tiempo se queda. De manera que nos conviene profundizar un poco en los asuntos del envejecimiento patológico sin comillas, y ver cómo podemos transformarlo en algo más decente y digno de ser vivido. Porque no podemos engañarnos: ése es el estilo de envejecimiento “normal” en nuestra cultura, el patológico. Y ese estilo de envejecer, ya endémico, tiene un protagonista indiscutible: el estrés malsano o diestrés en sus distintas presentaciones, que son variadas. Desde el emocional hasta el climático, pasando por el tóxico, el carencial y el social. ¿Qué hechos espantosos ocurren durante el envejecimiento?Está claro que “la flecha del tiempo” implica algún tipo de deterioro en casi todos los organismos vivos a medida que va aumentando su edad. Es inevitable: todos los mamíferos, por ejemplo, estamos hechos de un espacio que consume tiempo. En la lista de desgracias que sigue, no todas las “pérdidas” son inevitables: recuerden que estamos hablando del envejecimiento precoz o acelerado, el que caracteriza a esta época.
Sin comentario. ¿A qué se debe el envejecimiento?Hay infinidad de teorías. Es más: cada uno de ustedes puede desarrollar la propia, luego de consultar las existentes en Internet y siempre que logren enderezarse después del vértigo que producen. A continuación va un menú digerible de tanta suposición, que también se puede profundizar en un trabajo anterior: http://www.acupuntura-orgon.com.ar/revi2.htm . Algunas teorías lo atribuyen a cuestiones genéticas, ya que los patrones de longevidad son específicos para cada especie. Esta hipótesis tiene algo razonable: los rangos de existencia son reales y constatables. Una rata, una tortuga, un elefante y un humano tienen, efectivamente, un rango de edades entre las que oscila la supervivencia individual. Por ejemplo: es un deseo inútil, para un humano, aspirar a vivir quinientos años. Y encima el mismísimo Borges, a los ochenta y algo, ya decía que estaba aburrido de ser Borges… Los factores gravitantes para estimar “la esperanza de vida” (suena lindo) en cada organismo particular dependen muchísimo de factores medioambientales externos e internos: desde nutrición básica, calidad del aire y vínculos hasta felicidad-infelicidad y proyectos personales. De manera que algunas hipótesis medio deterministas como la apoptosis (muerte celular programada) o el número determinado de divisiones celulares (escrito en los telómeros cromosómicos), deben verse en el marco de la realidad concreta que le toca vivir a cada organismo vivo: la historia personal. Hay aportes interesantes y que cuentan parte de la verdad, como piezas del rompecabezas que podrían permitirnos entender un poco más el proceso de envejecimiento. Uno de ellos es el que sostiene que la decadencia y progresiva ineficiencia del sistema inmunológico están muy comprometidas con el envejecer. Esta hipótesis es relevante porque sugiere que todo el proceso está muy ligado a la disminución creciente de “lazos internos” que proporcionan unidad al organismo. También son importantes los aportes de quienes aseguran que las proteínas van envejeciendo o desnaturalizándose (proteínas glicosiladas) o que los tejidos van degenerando por exceso de radicales libres (sin alusiones políticas), lo cual significa que van perdiendo enzimas que los tornan vulnerables al exceso de oxígeno. Esto sonará raro y hasta paradójico pero es real: el oxígeno es indispensable, pero también funciona como tóxico celular. Y ésta es la razón por la cual se utilizan cada vez más los anti-oxidantes para preservar la salud de los tejidos. Aporte de la medicina chinaMe resulta imposible no citar a la medicina china en el contexto de los procesos de envejecimiento. Para esta fenomenal visión de los fenómenos vitales, la velocidad y cualidad del proceso depende de la salud de los ejes funcionales denominados riñón y vejiga. O sea: del movimiento Agua, que ahora no viene al caso explicar en detalle. Pero la descripción de sus efectos no tiene desperdicio:
Bueno, parece que no hay mucho que agregar a su íntima relación con distintos aspectos del envejecimiento, salvo que los variados impactos que éste produce se pueden minimizar y suavizar estimulando la función del Riñón. ¿Qué caracteriza, entonces, al envejecimiento?Vamos a suponer que alguien ha llegado a la edad de merecer la vejez con una nutrición suficiente (buena o adecuada es otra cosa) y ha sido emocionalmente contenido, para mal o para bien. De entrada podemos ver que gran parte de la humanidad está fuera de los requisitos mínimos, es bueno aclararlo y tenerlo presente. Hay que saber que uno es un privilegiado si está pensando en mejorar su salud con vistas a una vida razonablemente larga si se compara con la mayoría de los humanos. Todo bien, claro. Hay una idea que me da vueltas y vueltas y me gusta lo suficiente como para proponerla: la razón profunda de un envejecimiento enfermo es la pérdida de la cohesión interna, de la solidaridad interna y externa del organismo, inherente a todo ser vivo. Como si se fuera fragmentando, perdiendo unidad y tornándose frágil y carente de arraigo en la tierra, en la naturaleza de la cual formamos parte aunque nos empeñemos en destruirla a costa de nuestra propia subsistencia como especie. ¿El origen de la división interna? Creo que, exceptuando circunstancias medioambientales groseramente agresivas contra la vida, está en la infelicidad y el aburrimiento de vivir. Y eso se nota claramente en la distribución de la energía, que desde hace varios años puede explorarse con aparatos: a medida que pasa el tiempo, la energía suele concentrarse en la cabeza y va retirándose de la “parte inferior”, ésa que nos mantiene vivos pisando la tierra, unidos a la Pachamama y disfrutando la dicha de ser animales felices. Si alguien quiere saber más acerca de la distribución de la energía puede consultar en: http://www.acupuntura-orgon.com.ar/mapa.htm o en http://www.acupuntura-orgon.com.ar/estadistica.htm ¿Qué hacer?Ése es el asunto: que así como están las cosas algo hay que hacer si uno pretende honrar la vida, porque la deriva “natural” de los acontecimientos no empuja a buen puerto. Eso es seguro. Basta, entonces, de consideraciones teóricas, interpretaciones y demás yerbas: pasemos al aspecto operativo del asunto. Sólo que nos conviene saber tres cosas, antes de meternos de lleno en el programa de revitalización. Una es que el “éxito” de una vida no es una cuestión de duración, de longevidad, sino de cualidad, de sabor. Es una especie de trampa perversa proporcionar una buena cantidad de años extra a la existencia personal si es que esos años van a dedicarse al sufrimiento, a la marginalidad y a la extrema limitación de lo que fuimos. Es absurdo y hasta tonto: ¿a quién, en su sano juicio, puede interesarle vegetar indignamente para morir en un geriátrico, atiborrado de medicamentos y condenado al olvido en vida? (Groucho Marx aconseja tratar bien a los hijos porque ellos te van elegir el geriátrico). La segunda cosa es una cuestión sumamente práctica ligada al metabolismo. O sea: el conjunto de reacciones y procesos físico-químicos que ocurren en una célula y en el organismo. Estos complejos procesos interrelacionados son la base de la vida a nivel molecular, y permiten las diversas actividades de las células: crecer, reproducirse, mantener sus estructuras, responder a estímulos, etc. El metabolismo se divide en dos procesos conjugados: catabolismo y anabolismo. Las reacciones catabólicas liberan energía; un ejemplo es la glucólisis, proceso de degradación de compuestos como la glucosa, cuya reacción resulta en la liberación de la energía retenida en sus enlaces químicos. Las reacciones anabólicas, en cambio, utilizan esta energía liberada para recomponer enlaces químicos y construir componentes de las células como las proteínas y los ácidos nucleicos. El catabolismo y el anabolismo son procesos acoplados que hacen al metabolismo en conjunto, puesto que cada uno depende del otro. El asunto, entonces, es trabajar desintoxicando y aumentando la capacidad anabólica del organismo, ya que es ésta la que se va perdiendo a lo largo del tiempo. Cuando, luego de los treinta años, predominan lenta pero inexorablemente las actividades catabólicas consumidoras de energía sobre las anabólicas (reparación de materia y energía) uno simplemente se va extinguiendo mal y se va enfermando sin remedio, cada vez más. La tercera y última observación es que la única verdadera prevención consiste en mejorar el famoso “estado general”. Algo que para la medicina convencional (que cree que somos un mecano y no un sistema vivo) no es más que una frase hueca, pero que para la medicina energética significa todo. O sea: la función y estructura de cada órgano y del sistema en su conjunto, para lo cual es indispensable tener una buena cantidad de energía lo más equilibrada posible. Así que ya sabemos cuáles son los objetivos de este programa de revitalización: desintoxicar, reparar materia y energía y distribuirlas mejor, con mayor equilibrio. El resto, asignar recursos y producir cambios, le toca a cada uno. ¿Cómo lo hacemos?Este programa de revitalización es bastante sencillo y su objetivo muy claro: apuntalar a los órganos en fase disfuncional y estimular la fase anabólica del metabolismo. De acuerdo a edad y condición tiene dos opciones temporales: una de seis meses y otra de nueve. Inicia con una desintoxicación de nueve o diez días, según el plan elegido. Pero, simultáneamente, también comienza la toma de hidrolizados y cápsulas diseñadas especialmente para este programa. El primer hidrolizado es el mismo para todos durante los primeros dos o tres meses, según la duración del programa. Luego cambia según el género: hay uno femenino y otro masculino, pero las cápsulas son siempre las mismas. Y así hasta el final. ¿Cuándo se empieza a notar algún cambio? Ya durante el primer mes, pero se van profundizando debido a que el “efecto hidrolizado” recién es bien visible después del segundo mes, lo cual es una característica de su mecanismo de acción: lento pero profundo. En cambio, las cápsulas son de acción y efecto rápido. Y es posible que ya desde los primeros días se noten algunas de sus acciones, especialmente mejoría emocional, mayor “predisposición” y aumento de energía. El programa está diseñado para poder repetirse anualmente, sin ninguna contraindicación importante. También casi desde el comienzo, al terminar la desintoxicación, se agregan los Ejercicios de Seda con el objetivo de trabajar sobre la respiración y los movimientos: la consecuencia es mejor distribución de la energía y avances en la dinámica respiratoria, un aspecto decisivo del equilibrio físico y emocional. Quizá porque uno es el aire que respira, las cosas que ve si es que las mira, los sonidos o ruidos que escucha y el aroma del lugar. Y especialmente porque somos, también, el tiempo de una tierra.
Indicaciones generales para el programa La base, el corazón de este programa de revitalización, es la utilización de los hidrolizados y las cápsulas durante un período limitado de tiempo. Según la edad y la condición de salud de cada persona, hay dos alternativas: una de seis meses y otra de nueve meses. También de acuerdo a edad y condición, se recomienda la repetición anual. Puede haber excepciones en cuanto al tiempo anual de tratamiento: puede que algunas personas necesiten menos tiempo y otras más. Y, hasta alternativas intermedias, como la posibilidad de seguir con las cápsulas en dosis entera (2 cápsulas) o reducida (1 cápsula). Pero para todo esto es necesario hacer una evaluación clínica mensual. Otro aspecto importante es el “entorno” del tratamiento, lo cual alude a dos cuestiones importantes: alimentación y actividad física. Se comprenderá fácilmente que no se pueden pedir milagros a este programa, a pesar de que produce una fuerte reactivación física, mental y emocional, si uno se alimenta a pura comida chatarra y tiene una existencia sedentaria, casi sin movimiento alguno. Respecto de la alimentación no hay una dieta específica, pero sí una recomendación: hacer una desintoxicación al comienzo del programa. Y para esto se recomienda elegir alguna de las tres dietas del Programa de Desintoxicación cuyos detalles pueden consultarse en http://www.acupuntura-orgon.com.ar/desintoxicacion.htm . De cualquier manera, se entregan las tres opciones de dieta desintoxicante al comienzo del tratamiento. En cuanto a actividad física, hay una vasta gama de posibilidades. Lo mejor es diagramarse un programa personal que integre alguna actividad aeróbica, algo de ejercicios de fuerza y algún tipo de gimnasia energética. Pero, más allá de lo que cada uno decida o pueda hacer en este aspecto tan decisivo de la salud, dentro del programa van los Ejercicios de Seda, una maravillosa síntesis de la gimnástica médica china, y que también se entregan junto con los materiales de comienzo.
Los Hidrolizados Proteicos: qué son y cómo se utilizan Semánticamente, el término significa productos proteicos obtenidos por “lisis” (ruptura) en un medio acuoso. De esta manera, las proteínas naturales constituyentes de diversos tejidos animales y/o vegetales son "digeridas" (lizadas) enzimáticamente en forma análoga a la realizada por el organismo humano durante el proceso alimenticio. Para entender el proceso del que se habla, es bueno saber que las proteínas son estructuras bastante complejas, formadas por aminoácidos que son algo así como los ladrillos que la constituyen, suponiendo que la proteína sea una pared. Pero además, contienen uniones fuertes que constituyen “grupos” de aminoácidos denominados péptidos y polipéptidos. En dicho proceso, las proteínas son "lizadas" (rotas o partidas), liberándose los aminoácidos individuales. Pero también los péptidos y polipéptidos derivados de la transformación de las uniones peptídicas constitutivas de las estructuras primarias, secundarias y terciarias de la unidad proteica. Estos péptidos poseen actividad biológica específica, lo cual les posibilita actuar sobre determinados órganos estimulando su recuperación de acuerdo a la función que tienen en la fisiología normal. En estas características reside fundamentalmente la eficacia de la Lizadoterapia. Y es, también, lo que la distingue de la simple ingesta de aminoácidos sintéticos. De manera que los lizados contienen aminoácidos en cantidad y proporción similares a las presentes en los tejidos naturales, por lo que no presentan riesgos de alteración del funcionamiento de órganos y tejidos. Tampoco presentan antagonismos ni contraindicaciones. Una ventaja adicional y significativa de los lisados sobre los aminoácidos sintéticos es la presencia de péptidos originales de diferentes tamaños con actividad biológica, ya que son estas sustancias las que estimulan el crecimiento y la recuperación de los órganos. Se verá, entonces, que la lisadoterapia es una terapia no agresiva y con sólidos fundamentos científicos. Además, es natural por tres razones: 1 – Se obtienen a partir de materias primas naturales (proteínas vegetales y animales) 2 – El proceso de elaboración es completamente natural (hidrólisis enzimática similar a la digestiva) 3 – Los efectos desencadenados en el individuo son completamente naturales (nutrición, estímulo natural y selectivo de los órganos, regulación inmunológica) Es claro, entonces, que se trata de una posibilidad muy atractiva para el tratamiento y la prevención de una gran variedad de enfermedades. Y que puede utilizarse ampliamente debido a su inocuidad y a la posibilidad que ofrece de ser combinada con otras terapias. Y ahora, una breve explicación sobre los lisados utilizados en este programa. El primero se llama Hidrolizado Bioestimulante General, y funciona como energizante y estimulante fisiológico. Incrementa las defensas orgánicas y vigoriza equilibradamente la acción de los sistemas orgánicos fundamentales. Se trata de un completo complejo de hidrolisados de la totalidad de los órganos y tejidos constitutivos del nonato vacuno, lo que asegura una gran riqueza de péptidos de diferentes tamaños, que con roles de factores de crecimiento y de mediadores celulares actúan sobre todo el sistema en su conjunto. Además, contiene una significativa cantidad de aminoácidos naturales (esenciales y no esenciales) que aseguran reconstitución y vigorización de los tejidos, glándulas y órganos fundamentales. Proviene de tejidos de nonatos vacunos durante las primeras diez semanas de gestación. Los otros dos lizados ya son específicos por género: femenino y masculino. En ambos casos, el objetivo es fortalecer organismos que suelen entrar en procesos de desgaste acelerado luego de los cuarenta años y, por lo tanto, en zona de riesgo. Paralelamente comienza en esta etapa de la vida un proceso catabólico que, con el correr de los años, lleva a un decaimiento general. La ingesta de estas dos conjunciones de hidrolizados significa el aporte de aminoácidos y factores peptídicos y polipeptídicos que estimulan la regeneración de los órganos afectados y les permite recuperar sus funciones. En otras palabras, hacen que cada célula alterada readquiera su natural armonía estructural y que cada órgano afectado recobre su potencialidad y, consecuentemente, su correcto rol en la economía vital de todo el organismo. Tan importante aporte significa así no sólo sustancial disminución de los riesgos de enfermedad sino además, y más tangiblemente, inmediato mejoramiento de los signos vitales tales como mayor capacidad dinámica, mejor visión y memoria, vida sexual más plena y mejor disposición anímica. En el fortificante y preventivo femenino, los lisados seleccionados son: Timo, Glóbulos Rojos, Médula Ósea, Cerebro, Músculo, Placenta, Riñón, Glándula Mamaria y Ovario. Mientras que en el fortificante y preventivo masculino se encuentran: Riñón, Músculo, Cerebro, Testículo, Próstata, Vejiga, Timo, Glóbulos Rojos y Miocardio.
Cápsulas Revitalizantes Parece una exageración, y lo es: las cápsulas revitalizantes tienen veinticinco componentes y en una dosificación tal que no entran en una sola, de manera que una dosis completa implica tomar dos cápsulas juntas. Pero bueno, casi todos los polivitamínicos andan cerca de esa cifra. Y por algo es: en la vida que nos tocó en suerte hay demasiadas cosas que sobran y otras tantas que faltan, entre ellas (¡y no son las únicas!) las que están contenidas en estas cápsulas. En las recetas que se entregan al empezar el tratamiento está la fórmula completa: componentes y cantidades, de manera que voy a intentar un resumen lo más claro posible acerca de sus variados objetivos. Y además sus contraindicaciones y advertencias, que las tiene como cualquier medicamento. Pero en todos los casos, es importante saber que la cantidad de cada componente respeta absolutamente las normas de seguridad farmacológica: no hay ninguna dosis que sea excesiva o medianamente peligrosa, pueden estar seguros de ello. Lo importante es la combinación entre sus elementos, además de la dosificación correspondiente. Y ese aspecto, tan determinante en cualquier compuesto farmacéutico, ha sido muy considerado y estudiado. Está el grupo de las vitaminas. Son: A, B1, B2, B6, B12, C, E y Acido Fólico. El grupo de minerales y oligoelementos. Compuesto por: Zinc, Selenio, Calcio, Magnesio, Hierro, Manganeso y Cobre. El grupo de las plantas y sus derivados, también del reino animal. Representado por: Ginseng Panax, Ginkgo Biloba, Uncaria Tomentosa (Uña de Gato), Echinacea Angustifolia, Hypericum, Lapacho, Citroflavonoides y Polen. Aminoácidos esenciales, los que el organismo no puede producir. DHEA, la famosa “hormona de la juventud” (des-hidro-epi-androsterona). Y eso es todo… Bastante, ¿no?
Efectos de los componentes de las cápsulas
Advertencias y contraindicaciones La composición de las cápsulas es muy equilibrada y, por lo tanto, la probabilidad de ocasionar efectos negativos es remota. Pero algunas situaciones especiales de estado o salud deben ser tenidas en cuenta, así como su utilización junto con ciertos medicamentos. La lista que sigue va acompañada con los componentes de las cápsulas que podrían resultar contraproducentes, para eliminarlos de la fórmula. Y, si hubiera dudas, es muy importante consultar antes de empezar el programa.
Y eso es todo. La desintoxicación No existen diferencias notables en cuanto al efecto de los tres planes que se presentan a continuación. Tal vez el plan 2 sea más apto para la temporada fría, pero esto no impide que cualquiera de los tres pueda ponerse en práctica en cualquier momento del año. Todas las ensaladas indicadas pueden condimentarse con un poco de sal, aceite y limón. Cuando se use vinagre debe ser de manzanas. Los aceites más aconsejables son los de cártamo, soja, girasol y oliva. PLAN UNO: DIETA DE NUEVE DIAS DIA 1 Agua mineral, tés de hierbas y jugos de frutas (uva y pomelo). También se puede comer uva pero sin hollejo ni semillas. DIAS 2-3 Como los días anteriores más frutas (uvas, melón, tomate, peras, duraznos, ciruelas, frutas secas bien lavadas y remojadas durante la noche, manzanas asadas al horno sin azúcar). DIAS 4-5-6-7-8-9 Desayuno: Frutas Media mañana: Fruta diferente de la del desayuno Mediodía: Ensalada de 3 a 6 verduras más dos tazas de caldo desintoxicante (ver receta aparte) Hambre entre comidas: Jugos de fruta o verdura Cena: Dos o tres verduras al vapor más dos tazas del caldo desintoxicante. PLAN DOS: DIETA DE DIEZ DIAS Este plan consiste en mantenerse durante los diez días exclusivamente con cereales integrales, utilizando como bebidas alguno de los tes de hierbas ya recomendados, agua mineral y el caldo desintoxicante ya recomendado. Desayuno: Té de hierbas con pan integral (se le puede poner miel) Mediodía: Arroz integral previamente hervido y calentado dentro del caldo desintoxicante. Merienda: Igual que el desayuno. Cena: Igual que al mediodía. PLAN TRES: OTRA DIETA DE NUEVE DIAS DIA 1 Jugo de pomelo y té de hierbas durante todo el día. DIA 2 Por la mañana: Muesli de yogur y jugo de fruta (cualquiera) Al mediodía: vegetales crudos en ensalada y caldo desintoxicante. Por la noche: igual que por la mañana. DIAS 3 A 9 Por la mañana: Muesli de leche o yogur / Jugo de frutas (se puede reemplazar al muesli por yogur sólo) Al mediodía: Fruta / Verduras crudas en ensalada / Hortalizas cocidas Por la noche: Muesli / Fruta fresca / Una rebanada de pan integral con queso blanco. En las comidas debe tomarse caldo desintoxicante. En caso de sed pueden consumirse jugos de fruta. MUESLI-RECETA BASICA-CANTIDAD PARA UNA PERSONA Una o dos cucharadas soperas de copos de avena instantánea. Añadir tres cucharadas soperas de agua fría y una cucharada sopera de jugo de limón. Agregar tres cucharadas soperas de yogur y una cucharada sopera de miel. Revolver todo y agregar una manzana rallada y un poco de nueces o almendras. Debe quedar una mezcla homogénea, más densa que una sopa pero menos que un puré. RECETA DEL CALDO DESINTOXICANTE Picar hortalizas en porciones pequeñas. Utilizar zanahoria, papa (ambas con cáscara), cebollas, apio, puerro, zapallo y hojas de perejil. Agregar una o dos manzanas (sin pelar) y un poco de sal. Dejar hervir el tiempo suficiente. Colar y guardar por separado. Calentar cuando vaya a consumirse. |