La
Brisa del Tiempo
/ Programa
de Revitalización Biológica
2. Biología del
Envejecimiento (La Historia en el Cuerpo)
Diferentes aportes
acerca del envejecimiento /
Conclusiones Articuladas
De
acuerdo a estudios y estadísticas aceptadas entre los investigadores del tema,
se supone que el máximo del rendimiento
fisiológico de una persona que habita nuestra cultura puede situarse cerca de
los treinta años: a esta edad la llamada capacidad
homeostática normal (capacidad de lograr el equilibrio funcional) se encuentra en su pico máximo. Téngase en cuenta que
la determinación de la edad es un promedio estadístico, de manera que los
casos individuales pueden estar por debajo o por encima de los treinta, pero en
todo caso es de gran importancia clínica y sanitaria conocer este dato porque
permite suponer que a partir de esta edad comienza el declive de las funciones
y, por lo tanto, el proceso de envejecimiento.
Otro tema importante es el efecto que
parece haber tenido la civilización moderna sobre el aumento de las
expectativas de vida al nacer y el promedio de vida en el mundo occidental. Es
muy cierto que ambos índices han experimentado un ascenso notable (de 50-55 a
70-75 años) en el último siglo y medio, pero esto se debe a una variedad de
acontecimientos: la mejora en las
condiciones sanitarias (agua potable, vivienda adecuada, eliminación
adecuada de excretas y basura), la mayor
disponibilidad de alimentos (aunque mal utilizados), la profilaxis por medio de vacunaciones masivas (aunque es un
tema polémico) y el control de algunas
enfermedades infecciosas (a pesar de que el uso indiscriminado de antibióticos
nos pone nuevamente en riesgo), parecen ser los mayores protagonistas de la
notable diferencia en la expectativa de vida al nacer.
Pero al mismo tiempo la medicina moderna ha sido incapaz de incrementar
la longevidad de la especie, lo cual significa que si bien ahora más gente
llega a su límite probable de vida, éste no ha experimentado variación
significativa. Es más: la gran mayoría llega en condiciones penosas al fin de
su existencia, con graves limitaciones que los transforman en inválidos o
semi-inválidos bastante antes de morir, enfermos de cáncer o enfermedades
cardiovasculares que logran convertir en un verdadero infierno los últimos años
de vida. Y como diríamos en el barrio,
ésto no es vida...
Frente a estas enfermedades y salvo
contadas excepciones, la medicina moderna es por ahora particularmente inútil y
lo seguirá siendo mientras deambule a ciegas por el camino que ha elegido para
combatirlas. Resulta llamativo -y bastante triste- verificar que los
casos de muerte natural, ese apagarse gradualmente y sin dolor que debería
ser la norma, son absolutamente
excepcionales.
También contra esta terrible
perspectiva está pensado y diseñado el Programa REVI, porque resulta
inconcebible que un envejecimiento normal termine de manera tan catastrófica.
Es inaceptable, además, la calificación de "enfermedades
propias de la edad" que hace la medicina oficial para describir esta
epidemia caracterizada por la desdichada irrupción de la muerte antes que la
vida tenga fin. Y ahora veamos qué podemos aprender acerca del envejecimiento
según diversas miradas y con ánimo de diseñar una propuesta razonable de
tratamiento.
El aporte de la medicina
interna
La mayor parte de los investigadores
admite que el envejecimiento biológico es
un proceso continuo con el desarrollo, caracterizado por la pérdida o
interrupción del flujo de información genética. En este terreno se postulan
diversas hipótesis: algunos sostienen que el envejecimiento se produce por errores
o lesiones aleatorias en las macromoléculas principales. Otros suponen que
el aumento en la cantidad de radicales
libres podría ocasionarla. Y como éste es un tema de moda conviene
explicarlo.
Hay una serie de compuestos químicos producto de la actividad metabólica
que se caracterizan por ser altamente oxidados y quedar libres
en el entorno
celular. Este exceso de oxido afecta a los ácidos nucleicos (ADN,ARN) y también
a las proteínas y lípidos (grasas) dañando a la membrana y al interior de la célula. Si bien existen enzimas naturales que
neutralizan este exceso, con el tiempo tienden a perder eficacia, de manera que
los oxidantes pueden dañar grupos celulares críticos con mayor facilidad.
Afortunadamente existen algunas sustancias capaces de combatir dichos efectos,
los actualmente divulgados anti-oxidantes: vitamina C, vitamina E, betacaroteno,
selenio,etc. Existe también la exótica teoría del error catastrófico: en las etapas principales de la
biosíntesis de proteínas y ácidos nucleicos podrían producirse errores en la
traducción de los códigos químicos, que se tornarían exponenciales con el
tiempo dañando seriamente las estructuras celulares. En general se
admite que el envejecimiento es simplemente una continuación del crecimiento y
desarrollo: una forma progresiva e irreversible de diferenciación inducida
por alteraciones específicas de la expresión genética. Pero también que en
realidad se trata de un proceso que
tiende a la des-diferenciación: un regreso caótico al origen, a la formación
de una sola célula como el óvulo fecundado que originó a todas las células y
tejidos del organismo maduro.
Al mismo tiempo se sabe que la síntesis
y degradación de las proteínas disminuye con la edad en la mayoría de los
tejidos y en los fibroblastos (célula básica del tejido conectivo o de sostén), de modo
que tiene lugar una reducción de la renovación proteica y una prolongación de
la sobrevida media de cada proteína. Esto explica la tendencia de una
diversidad de proteínas seniles a experimentar modificaciones que incluyen
desnaturalización y menor capacidad funcional.
Este fenómeno se asocia con una disminución progresiva de las
interacciones críticas entre las moléculas, las células y los tejidos, lo
cual podría traducirse como una pérdida gradual de la unidad orgánica.
Estas interacciones múltiples podrían asociarse con un grado tan
elevado de potencial mutacional que es sorprendente que los seres humanos no se
diferencien en grado mucho mayor, de manera que la senilidad parecería ser la
mejor de las opciones, ya que contribuye a mantener el equilibrio durante la
vida de una comunidad de células y personas en constante movimiento y promueve
al mismo tiempo cambios adaptativos que mejoran las características de las
futuras generaciones.
Hasta aquí hemos visto algunas
características generales del envejecimiento, ahora examinemos brevemente lo
que ocurre en los sistemas fisiológicos básicos. (Para el sistema
nervioso, puede verse también Los Tres Cerebros)
-
El
sistema simpático adrenérgico maneja por medio de las hormonas
adrenalina y noradrenalina tres funciones básicas: la temperatura corporal,
parte del metabolismo energético y la presión arterial. La concentración de
noradrenalina en sangre aumenta con la edad, lo cual produce una elevación
crónica de la presión arterial en la mayoría de los casos. También
disminuye la reserva funcional del miocardio (músculo del corazón), pero éstos cambios podrían modificarse con ejercicio físico y reducción
del peso corporal. Al mismo tiempo disminuye la capacidad de adaptación a
las variaciones térmicas, lo cual afecta
las funciones adaptativas de la termorregulación.
- En
el sistema nervioso central declina la cantidad
de neuronas corticales (entre 15 y 30%), especialmente en la neocorteza
frontal, temporal y del hipocampo. La mayoría de los neurotrasmisores no se afecta con la edad, pero en los nervios
periféricos sensitivos y motores disminuye levemente la velocidad de
conducción, que desciende 10-15% entre los 20 y los 90 años. La cantidad de unidades
motoras ("paquete" constituido por un nervio y un grupo de fascículos
musculares) disminuye a partir de la edad media, al igual que la masa
muscular, calculándose que la fuerza muscular declina un 25% después de
los 60 años. En cuanto a los sistemas sensoriales críticos es sabido que la audición
presenta dificultades para percibir los tonos altos, disminuyen la agudeza
visual y la sensibilidad a los contrastes después de los 60 años, y el sistema
vestibular (que maneja el sentido del equilibrio) declina su rendimiento
funcional después de los 70 años.
- En el
sistema inmunológico se presentan cambios gradualmente importantes,
tanto que algunos investigadores arriesgan la hipótesis de que son estas
modificaciones las responsables del proceso general de envejecimiento. Si bien
este sistema es muy complejo y participan variedad de células, hormonas,
neurotransmisores y enzimas en la conformación de una respuesta defensiva,
centraremos la información disponible en el comportamiento de los linfocitos,
que últimamente han ganado rating debido a la expansión del SIDA. Hay
dos tipos básicos de defensa inmunológica: la mediada por los linfocitos T (a
nivel celular) y la mediada por los
linfocitos B (a nivel humoral y expresada por la fabricación de
anticuerpos).
Pues bien: parece ser que a
medida que pasan los años ocurren tres modificaciones
importantes: disminuye la
función inmune mediada por las células T, decrece la capacidad de respuesta
expresada en la cantidad y calidad de anticuerpos circulantes y aumenta la
producción "aberrante" (inútil) de inmunoglobulinas y anticuerpos.
Estas modificaciones se expresan con claridad en situaciones de estrés,
cuando el organismo requiere respuestas defensivas claras, rápidas y
contundentes.
Es necesario recordar que el sistema inmunológico se encuentra
seriamente comprometido en la mayoría de las afecciones verdaderamente serias
que pueden afectar a una persona a lo largo de su vida:
infecciones, cáncer, reumatismos varios, sida. Y también es bueno saber
-ya que tiene consecuencias importantes para el planteo básico de este
programa- que en gran medida, esta
incapacidad funcional del sistema podría estar relacionada con alteraciones de
las interacciones intercelulares, en las cuales se requieren muchos factores
solubles producidos por las células T para poder interactuar con otras células
T y así lograr una respuesta defensiva convincente.
- En cuanto
al sistema endocrino: no hay modificaciones importantes en cuanto a la
cantidad de hormonas circulantes, aunque cambian las respuestas celulares en
relación con algunas hormonas. En concreto: aumenta
la tendencia a la diabetes (insulino-respuesta), a la osteoporosis
(hormona paratiroidea) y a la hipertensión
arterial (catecolaminas como la nor-adrenalina). Pero el hombre puede mantener su actividad sexual ya que la testosterona
no experimenta modificaciones importantes y
en la mujer ocurre lo mismo, ya que la deficiencia estrogénica es más
relativa que absoluta.
- En el
corazón las modificaciones no serían importantes si las arterias se
encontraran en buenas condiciones, ya que el
músculo cardíaco es capaz de funcionar adecuadamente hasta edades muy
avanzadas, comportándose eficientemente incluso en condiciones de estrés.
El gran problema de este sistema reside en que el motor (corazón) debe soportar
las obstrucciones de la cañería (arterias), que como producto de alimentación
inadecuada y falta de ejercicio comienzan a obstruirse desde los 20 años en
adelante. Pero en edades avanzadas el proceso puede acelerarse debido a
ciertas alteraciones relacionadas con el metabolismo de las lipoproteínas de
baja densidad (LDL), que se depuran lentamente de la circulación y por lo tanto
tienen mayor probabilidad de fijarse a las placas ateromatosas de colesterol,
tendiendo a obstruir las arterias de órganos críticos como los riñones, el
corazón y el cerebro.
-Los
riñones pierden progresivamente masa a expensas de su corteza: cada órgano
pasa de 250-270 gramos en los adultos jóvenes a 180-200 gramos en los mayores
de 70 años. Esto significa que disminuye
la cantidad de glomérulos y se produce un proceso de esclerosis variable en
los vasos renales. De manera que disminuye
el flujo sanguíneo renal y, lo que es más importante, el índice de filtración glomerular (IFG), lo cual implica que los
glomérulos filtran menos disminuyendo su capacidad de desintoxicar al
organismo.
- En el sistema respiratorio
se observa un aumento progresivo de la
capacidad funcional residual (queda más aire no utilizable en los
pulmones), lo cual se acompaña con una disminución
de la capacidad vital (cantidad de aire exhalado después de una inhalación
máxima). Esto último sumado a la disminución
de los mecanismos de defensa pulmonar como el reflejo tusígeno y la
velocidad de transporte mucoso por parte de las cilias (microvellosidades que
limpian la mucosa respiratoria), aumenta notablemente la
posibilidad de contraer infecciones respiratorias severas. Se dice que la
función respiratoria es un "marcador biológico de envejecimiento", pero
esto no ocurre con la misma severidad en todos los casos y depende en gran parte
de la actividad física.
- En
el aparato digestivo se registra una disminución
de la capacidad secretoria de ácido en el estómago y una disminución
progresiva de la absorción de calcio. El tamaño y peso del hígado están
conservados, pero se registra una disminución de su flujo sanguíneo así como
de los sistemas oxidativos hepáticos, lo cual prolonga la vida media
de muchos fármacos propendiendo a la intoxicación aún con dosis
"normales". Por otra parte la
función colónica evacuatoria no se modifica en condiciones normales,
permaneciendo intacto el reflejo defecatorio. El estreñimiento suele estar
asociado con la ingesta insuficiente de fibras, la inactividad, el uso de
medicamentos, el abuso de laxantes y el sedentarismo.
El aporte de la
Homotoxicología
Esta escuela nace hace unos cuarenta y cinco años como continuación y
profundización de la Homeopatía clásica, también en Alemania y de la mano
del Dr. Reckeweg. Ha tenido un desarrollo basado en la clínica y la investigación
intensiva de los preparados homeopáticos utilizados en forma de compuestos que
articulan homeopáticos clásicos en
"acordes" de distintas potencias junto con órgano-preparados
(derivados de órganos animales), nosodes
(preparados en base al agente etiológico de la enfermedad o tejido alterado) y
diversas enzimas presentes en el
metabolismo normal, los catalizadores
intermedios.
A
continuación se exponen algunas consideraciones fisiológicas sobre las cuales
se fundamenta esta escuela y que pueden permitirnos entender con mayor
profundidad el proceso general que estamos describiendo.
La medicina clásica sufre de cierto
enamoramiento pernicioso acerca de los órganos y especialmente de la célula básica
que caracteriza a cada uno de ellos (el hepatocito para el hígado, la neurona
para el sistema nervioso, etc.); tanto que su fundamento teórico es conocido
como la teoría celular de Virchow.
Este énfasis en lo celular/órgano tuvo sus ventajas para desarrollar el
conocimiento de infinidad de padeceres, pero tiene poderosos límites a la hora
de entender al organismo humano como un verdadero sistema vivo y no como mera
suma de órganos, aún en un plano exclusivamente biológico.
Parte
de esa limitación se nota a la hora de comprender la decisiva función que
tiene el tejido conectivo, verdadera matriz donde residen las células específicas
de cada órgano y artífice del vínculo entre ellos y el resto del organismo.
Deslumbrados por el espectáculo de la célula específica, muchos científicos
subestimaron la importancia del conectivo, catalogándolo de "material de
relleno" sin advertir que es el mar en el cual nadan los tejidos que
realizan la famosa función específica y del cual dependen para su nutrición,
aporte de variadas sustancias y eliminación de toxinas. La célula protagónica
del conectivo se llama fibroblasto y
realiza tantas funciones que enumerarlas cambiaría el rumbo de este escrito.
Quien entendió a la perfección su
importancia fue el patólogo Alfred Pischinger, quien por los años 30 desarrolló
su brillante hipótesis del Sistema Básico.
Esto significa que las células específicas (hepatocitos, neuronas, etc.) sólo
pueden desarrollar su función cuando la matriz extracelular en la que están
incluidos funciona correctamente, ya que es la encargada del soporte anatómico
y fisiológico: conecta a dichas células entre si para conformar el órgano y a
éstos para definir al organismo.
¿Cómo
está compuesto el Sistema Básico de Pishinger?
Por tres elementos : Célula del Conectivo (Fibroblasto)
Capilar (Arterio-venoso)
¿Y adónde están
instalados estos elementos?
En la matriz extracelular, ocupada por
la Sustancia Fundamental , una
complicada y extensa red de glucoproteínas estructurales difundida por todo el
organismo y que mantiene condiciones operativas constantes en la relación entre
sólidos, líquidos y partículas cargadas eléctricamente. Sin esta
"constancia" la vida sería un fenómeno imposible. ¿ Se advierte,
acaso, la importancia de este hecho ? No hay lugar del organismo donde falte
este sistema: asegura la nutrición, la comunicación y la "limpieza"
de los órganos.
Es casi elemental atribuirle importancia decisiva en la
normalidad o anormalidad del sistema, pero se ha pasado por alto su importancia,
al igual que la del sistema linfático, recién ahora valorado a raíz de su
valor crucial en el desempeño del sistema inmunológico. La Homotoxicología
postula que infinidad de toxinas se depositan en este sistema básico, que no
tiene una capacidad infinita de auto-desintoxicación. Cuando esta capacidad es
desbordada por la concentración tóxica y decrece hasta niveles críticos, las
toxinas se diseminan por el torrente sanguíneo al tiempo que comienzan a dañar
el órgano que alimentan, conectan y protegen.
De
manera que es imposible normalizar la función de algún órgano particular si
antes no se limpia de toxinas a este Sistema Básico y a la Sustancia
Fundamental, que juntas reciben el nombre de MESÉNQUIMA. Así pueden
explicarse algunos fenómenos básicos del envejecimiento, caracterizados por un
deterioro más o menos acelerado de las funciones biológicamente críticas: la
imposibilidad de mantener "limpio" al organismo produce congestión,
"empastamiento funcional" y por último lesión a nivel de los
órganos.
Recién en ese momento los órganos producen síntomas, pero la historia de su
deterioro es larga y su origen puede atribuirse a una falla funcional del mesénquima.
La variedad de toxinas es grande; bajo esta denominación entran alimentos y
bebidas inadecuadas, gases en la atmósfera, residuos de microorganismos varios,
productos del metabolismo eliminados con dificultad, etc.
El aporte de la Acupuntura
Tradicional China
La acupuntura es una particular manera de mirar las relaciones entre el
hombre y la naturaleza desde el punto de vista de la energía, o para ser mas
exactos: de las relaciones entre energía
y materia. En este sentido, y a pesar de la venerable antigüedad que posee,
es una medicina adelantada a los tiempos ya que su motivo principal de
preocupación apenas comienza a ser desentrañado por la física moderna: la de
la teoría de la relatividad y la cuántica.
Es un tema infinito y apasionante:
detrás o delante del simple hecho de estimular un punto de la piel con alguna técnica
eficaz (desde la presión con un dedo al láser pasando por las agujas o el
calor) existe una riquísima concepción del hombre y de la vida. Internándose
en la acupuntura es posible respirar un ambiente cargado de lúcida experiencia
y sabiduría, parte de la cual inspira este Programa y el soporte médico
contenido en él.
Para los antiguos chinos la vida es un don que se recibe de
los progenitores y no sólo en el aspecto material de los genes: éstos contienen
una energía básica que se transmite a los descendientes y opera durante toda
la vida. Es cierto que luego puede o no desarrollarse esta energía en combinación
con las otras, las que se reciben del medio ambiente donde la vida transcurre
concretamente: influencias climáticas, alimentos, aire, ondas electromagnéticas,
información sensorial, vínculos de amor, odio o indiferencia, etc.
La lista es infinita pero debe quedar claro que para esta sabiduría "el
hombre es un ser que habita entre el Cielo y la Tierra" : ni ángel ni
demonio, ni pura cabeza, corazón o genitales, ni pura reflexión ni toda acción,
ni puro ideal ni absoluta practicidad. El hombre completo es todo eso y sólo se
lo puede entender si se acepta que es un ser en transición entre cielo y
tierra.
La acupuntura no habla de los órganos
como si éstos sólo tuvieran "responsabilidades biológicas": cada uno
de ellos es parte de alguna compleja función bio-psíquica que integra
emociones básicas junto a eventos físicos. El riñón, por ejemplo, está
relacionado con el miedo, la voluntad, la audición, la estructura ósea, la
sexualidad, el agua, el frío, el invierno. Y también con la duración de la
vida. No se crea que ésta es una serie de arbitrarias correlaciones nacidas del
aburrimiento o la necesidad de justificar alguna teología: los chinos de la
antigüedad fueron brillantes y atentos observadores de la naturaleza, con el
resultado de que las correlaciones básicas que postularon pueden corroborarse
en la práctica clínica, ese lugar donde la mentira o la ignorancia son difíciles
de sostener.
El objetivo de la acupuntura como sistema médico es obtener un alto
nivel de energía equilibrada en cada paciente. De manera que es mucho más
que una medicina sintomática habitualmente utilizada para silenciar síntomas
molestos, aunque también en este rubro sea particularmente eficaz. La
búsqueda del equilibrio es esencial, aunque se trate de un equilibrio
inestable, cosa que caracteriza a la vida misma, que es movimiento, cambio.
Tanto que luego de varios años de investigación sobre este tema, puede
afirmarse que la energía de un organismo vivo no aumenta si antes no pasa por
una fase de equilibrio.
Y bien, para la acupuntura la energía
del rinón como función compleja "transmitida" al organismo entero
mediante el meridiano que encauza su flujo, es la que se recibe en "donación",
la energía ancestral cuyo uso adecuado o dilapidación determinará la duración
de nuestra vida. "La historia de la
prosperidad y debilidad del Jing Qi (energía) del Riñón, es justamente el
curso del crecimiento, desarrollo y envejecimiento del cuerpo humano."
Para la visión china de estos fenómenos,
el envejecimiento acelerado se produce por un
desequilibrio básico en la distribución de la energía que origina
una situación de bloqueo energético, lo cual "carga" en exceso
algunas funciones y órganos debilitando a los otros. Con el tiempo esta situación
produce disfunciones que luego se transforman en alteraciones de la anatomía de
los órganos. ¡ La misma observación que hace la Homotoxicología, sólo que
dos mil quinientos años antes !
Bueno, no es exactamente la misma porque la
acupuntura es desde sus orígenes lo que hoy podría llamarse una medicina
psicosomática: postula que la causa principal de los trastornos originados
desde el "interior" del organismo puede encontrarse en los disturbios
emocionales. Y en el estilo de vida de toda una cultura como explicación más
profunda acerca de lo difundido del fenómeno. Esto puede advertirse fácilmente
en el siguiente fragmento del Su Wen, la Biblia de la acupuntura que tiene más de veinte siglos
de existencia. En su primer capítulo se describe un diálogo entre el Emperador
Amarillo y su maestro de medicina donde se demuestra que la problemática de
estos tiempos no es demasiado diferente de la de aquellos:
"El Emperador Amarillo
preguntó al profesor celestial: He oído que la gente de los tiempos
antiguos vivía durante ciento veinte años sin que aparecieran síntomas de
debilidad en sus movimientos, pero hoy en día la gente está debilitada en sus
movimientos a edades inferiores a los sesenta años. ¿Se debe esto a un cambio
en los entornos naturales, o es culpa del hombre?
Chi-Po
contestó: Los antiguos, que
conocían la manera adecuada de vivir, siguieron el modelo del Yin y del Yang,
que es el modelo permanente del Cielo y la Tierra, permanecieron en armonía con
los símbolos numéricos que son los grandes principios de la vida humana,
comieron y bebieron con moderación, vivieron su vida diaria siguiendo un modelo
ordenado sin excesos ni abusos. Se preocuparon de no deteriorar su cuerpo y su
espíritu, y se permitieron vivir un siglo de esta forma. Por este motivo, sus
mentes y sus cuerpos permanecieron en perfecta armonía entre ellos y ,
consecuentemente, pudieron vivir entera la duración natural de su vida y
morir a la edad de más de ciento veinte años.
"Por otra parte, hoy en día la
gente es bastante diferente, porque se intoxica de manera exorbitante, sustituye
una vida normal por una vida de abuso, tiene relaciones sexuales estando
intoxicada, agota su energía pura a través de la satisfacción de sus deseos,
desperdicia su energía auténtica por medio de una destrucción prolongada y
descuidada, no consigue retener su energía en abundancia y conservar
permanentemente sus espíritus, se precipita hacia la satisfacción de su corazón
de forma contraria a la verdadera felicidad de la vida, vive su vida diaria
siguiendo un modelo irregular. Esa es la razón por la que solamente puede vivir
la mitad de la duración de su vida.
" Por lo tanto, la gente debería
contentarse con cualquiera de los deliciosos alimentos a su alcance, con todas
las costumbres de su sociedad, cualquiera que sea la clase a la que pertenezcan.
Eso es lo que llamamos gente verdaderamente satisfecha.
"Por consiguiente, sus ojos no se
verán atraídos por sus deseos injustificados, su mente no se verá enloquecida
por objetos nocivos, y no estará preocupada por las ganancias o pérdidas
materiales, ya se trate de un loco, una persona inteligente, o capaz o tonta.
Esa es la vía de una buena vida. La razón de que dichas personas puedan vivir
más de ciento veinte años, sin signos de debilidad, se debe al hecho de que
nunca se han visto expuestas a peligros y que por lo tanto se las han arreglado
para conservar una virtud perfecta.
"He oído que en los tiempos
antiguos había hombres verdaderos que podían distinguir las energías
importantes del Cielo y de la Tierra, comprender los principios del Yin y del
Yang, emprender ejercicios de respiración de energía pura, conservar sus espíritus
con gran cuidado, mantener sus músculos tan fuertes como siempre. La longevidad
de dichos hombres verdaderos puede sobrepasar la del Cielo y la Tierra porque
sus vidas parecían sin fin, lo que puede atribuirse a su adhesión a los
principios del Taoísmo."
El aporte de la Orgonomía
Ésta es la ciencia de la energía fundada por Wilhelm
Reich (1897-1957) , un genio poco conocido que encontró la forma de
estudiar, concentrar y utilizar con fines terapéuticos la energía vital, que
rebautizó como energía orgónica.
No se trata de dislate alguno ni es el resultado de un episodio febril con
desviaciones místicas: tal energía
existe y es la que nos anima, la energía específica de la vida. Particularmente
llevo varios años investigándola, aplicándola cotidianamente en mi trabajo y
verificando que se trata de una realidad, afortunadamente concentrable y
utilizable con facilidad, ya que se encuentra en la atmósfera donde habitamos
y
no hace falta ningún equipo sofisticado para obtenerla.
Tampoco hay que pedirle
permiso a Dios, la Esso o al presidente, mientras que la patente con los
derechos de autor le corresponden a la Naturaleza, único ente con el cual habrá
que negociar en caso de querer disponer de ella. Más adelante -en el apartado
destinado a las medidas terapéuticas
que contiene este programa- se añaden explicaciones acerca de su aplicación al
organismo por medio de los acumuladores de orgón.
Pero la Orgonomía proporciona
respuesta a otros interrogantes, entre ellos el que ahora nos preocupa, de
manera que vamos a internarnos en algunas de sus formulaciones para intentar
entender algo más acerca del envejecimiento. Y de paso constatar que no hay
nada más práctico que una buena teoría.
Esta ciencia sostiene que los seres vivos (entre ellos el hombre) somos básicamente
campos energéticos que han originado su propia materia. No es que
"tengamos" energía: somos energía que en parte se
"materializa" originando los órganos y la estructura. Tampoco estamos
divididos en soma/psique o cuerpo/alma: somos simultáneamente ambos aspectos
del ser. No "tengo un cuerpo": soy un cuerpo, así como soy un alma. Esto
es una persona.
Y bien: esta persona experimenta las múltiples
influencias del medio donde vive desde mucho antes de su nacimiento
oficial, tanto que su primer "medio ambiente" es la
madre. Si un ser humano pudiera expresar su vitalidad natural durante toda la
vida, experimentaría la misma pulsación que puede observarse en la ecografía de
un embrión de dos meses. Es sencillamente maravilloso contemplar a esa pequeña
cosita que vibra abriéndose y cerrándose como un corazón o el libre juego de las
olas sobre la playa, fenómeno que puede denominarse libre
pulsación vital.
Pero
lamentablemente no es así ya que desde sus comienzos el embrión se encuentra
extraordinariamente influido por el campo energético de la madre, de manera que
es necesario preguntarse cuán armónico, vital y feliz es ese campo, al igual
que el del padre, el del grupo más cercano, el de la sociedad
donde se produce este desarrollo y hasta el de la naturaleza que ambienta
el acontecimiento y que es mucho más que pura escenografía. No podría ser de
otra manera debido a que el sistema vivo llamado embrión se encuentra dentro de
otro llamado madre y éste a su vez tiene relaciones íntimas con muchos otros:
son determinaciones concretas inevitables, que no pueden dejar de considerarse a
la hora de intentar entendernos en profundidad.
Pero todos estos campos energéticos
no pueden escapar al influjo de las reglas de juego básicas que funcionan como
imperativos culturales y éstos, desdichadamente, no parecen estar diseñados
para asegurar la persistencia de la primitiva pulsación: más bien tratan de
producir seres pasivos, grises, candidatos a "buenos esclavos",
dependientes y sumisos ante cualquier autoridad, temerosos y frágiles a la hora
de intentar la propia expansión. A
juzgar por lo que se ve en la sociedad humana, tal diseño ha tenido hasta ahora
pleno éxito porque parece lejano el día en que predominen los valores
primarios de la vida: amor, solidaridad, profundidad de ideas y sentimientos,
espíritu poético, aventurero y creativo, belleza expresiva .
Sólo la vivencia
de estas cualidades -absolutamente acompañadas de sus correspondientes
valores biológicos como respiración adecuada, movimientos fluidos y graciosos,
sangre bien cargada de energía y buen rendimiento de las funciones biológicas
básicas- podrían definir a alguien como "sano" distinguiéndolo de
"normal", espécimen que resulta del promedio de las enfermedades
vigentes.
Reich llamó peste emocional al conjunto de las fuerzas que se oponen al libre
fluir de la energía en cada persona y tratan de impedir o restringir seriamente
la libre pulsación vital, en un operativo siniestro cuyo fin podría ser el
asesinato de la vida. La resistencia personal a esta limitación se expresa en
la conformación de una estructura de carácter en sentido psico-físico
(cuerpo/alma) que será más o menos enferma, según la cantidad y calidad de
peste emocional que deba enfrentar. En el
proceso de defensa contra esta agresión básica (donde entran desde las
represiones sexuales y sociales hasta los alimentos o el consumo de estupidez
masificada) uno va desarrollando bloqueos
y creando corazas, porque de otra manera seria imposible la supervivencia.
Los
bloqueos son congestionamientos de la energía, lo cual tiene derivaciones
específicas a estudiar tanto en la psique como en el soma. Pero luego aparecen los
acorazamientos, que son las rigideces del alma y del cuerpo, tan visibles y
evidentes en los "sistemas de contracturación muscular" que cada
persona va desarrollando a lo largo de su vida. De manera que aquí se deposita
la energía que no pudo ser utilizada para la feliz expresión natural (pulsación
vital) y el organismo entero empieza a enfermar, ya que la energía estancada
degenera y "se pudre" como ocurre con el agua encharcada.
Está claro para la Orgonomía que
este proceso no sólo se desarrolla en el área muscular, más accesible a una
exploración externa, sino también en la profundidad del organismo, afectando
su funcionalidad y capacidad expresiva. Y también aparece claramente la
responsabilidad que este proceso tiene para explicar la escisión del carácter
humano actual, el envejecimiento prematuro y la aparición de procesos
degenerativos a gran escala, como ocurre en la sociedad contemporánea.
"Quien no tiene confianza en lo viviente, o la ha perdido, es presa
fácil del miedo subterráneo a la vida, procreador de dictadores. Lo
que vive es en sí mismo razonable. Se convierte en una caricatura
cuando no se le permite vivir. Si es una caricatura, la vida únicamente puede
crear pánico. Por eso, sólo el conocimiento de lo que está vivo puede
expulsar el terror.
"El amor, el trabajo y el
conocimiento son los manantiales de nuestra vida. Y también deberían
gobernarla" (Wilhelm Reich)
Conclusiones
articuladas
1.
El envejecimiento es un proceso
natural, que inevitablemente sigue a los de crecimiento, desarrollo y
maduración. La duración de la vida tiene un límite variable, según las
características de la cultura donde se habita, pero es finita.
2.
Es necesario
distinguir entre un
envejecimiento sano y otro enfermo. Las llamadas "enfermedades propias
de la vejez" son evitables, y la posibilidad de un "apagamiento"
gradual de la vitalidad en lugar de un final catastrófico, es real.
3.
Cada uno envejece de acuerdo a
como vive. Las intervenciones quirúrgicas y cosméticas pueden ayudar, pero
son una ilusión si se pretende que "resuelvan el problema", al igual
que las fantásticas fuentes de la Eterna Juventud. Si no se asume el propio
devenir en el tiempo es muy difícil vivir una madurez y una vejez felices. Es
necesario oponerse enérgicamente a la tonta concepción que asemeja una persona
añosa con lo inútil e inservible.
4.
El proceso general de
envejecimiento comienza alrededor de los 30 años, al menos en nuestra
civilización. Es necesario estar en guardia contra los vendedores de
"culturas perfectas" que propugnan modelos impracticables o dudosos
caracterizados por la simple o sofisticada fuga de la realidad actual. Si algo
va a mejorar será superando lo que "está dado", la realidad
que habitamos y vivimos.
5.
El envejecimiento precoz es una
enfermedad social y culturalmente inducida. En las actuales condiciones tiende a
convertirse en una enfermedad severa, cuyos orígenes pueden encontrarse en
el estilo enfermizo de desarrollo que caracteriza en la actualidad a nuestra
especie. Es el modelo vigente de desarrollo humano lo que está en discusión.
Una cultura que fabrica infelices en serie desde el nacimiento sólo puede
producir viejos enfermos y abandonados a su suerte.
6.
De manera que hay que enfrentar el
difundido fenómeno del envejecimiento precoz, acelerado y enfermo. Esto comienza desde
los primeros años, con los bloqueos y corazas que aprisionan la energía y le
impiden pulsar con libertad, impidiendo la expresión de la natural vitalidad.
La escisión del carácter humano actual es determinante para explicar por qué
se tiende a la enfermedad con tanta "naturalidad". La ausencia o
limitación de una íntima relación con la Naturaleza, el estrés crónico,
"la prisa y la ambición que enloquecen el corazón", la alimentación
inadecuada, la vida sedentaria con escasa o ineficiente actividad física, son
factores fundamentales del envejecimiento precoz.
7.
A esta generalizada falta de
vitalidad y equilibrio de la energía (la relación entre lo Yin y lo Yang) le
suceden la aparición de disfunciones varias que, con el correr del tiempo mal
vivido, originan primero la clara insuficiencia de las funciones básicas y
luego la distorsión de la anatomía de los órganos. La congestión energética
deviene en el estancamiento de los fluidos, lo cual afecta al sistema que
alimenta , comunica y elimina los desechos (el sistema básico de Pischinger),
con lo cual la intoxicación y asfixia de los tejidos se torna inevitable. Al
mismo tiempo entra en crisis el sistema inmunológico, que pierde en tiempo
variable su capacidad de generar defensas eficientes. Y aumenta el riesgo de los
depósitos de grasas en las arterias, simultáneamente con la aparición de déficit
en las funciones criticas: nerviosa, endocrina, cardiovascular, respiratoria,
muscular, renal y hepática.
8.
Éste es el proceso general que
puede observarse en el "homo normalis" de la actualidad: la vitalidad
de los años "mozos" se pierde con insólita rapidez, pasando de
la primitiva pulsación vital (caracterizada por fluidez, motilidad y expansión)
a la vejez precoz (lentitud, rigidez, estado contracturado del alma y del
cuerpo, encogimiento vital) en plazos relativamente cortos, aunque bastante
variables.
9.
Frente a esta lamentable y difundida realidad es
bueno saber que existen alternativas para lograr envejecer retardando los
tiempos, lo cual no solamente debe entenderse como la posibilidad de agregar años
a la vida sino también, y especialmente, vida a los años. Para lograr
estos objetivos es que se ha desarrollado el Programa REVI, que a continuación
comienza a explicarse con más detalle.
al 3. Personalidad del Revi
a Revitalización
a Inicio