acupuntura-orgon.com.ar
|
Los acumuladores de energía orgón Revitalización y Envejecimiento
|
Cuaderno de Navegación 3. ¿Qué se propone esta medicina?Dos cosas: lograr un diagnóstico acertado y un tratamiento eficaz. El diagnóstico tiene dos objetivos básicos: la
investigación de la energía y la exploración de órganos y
funciones. De
ninguna manera excluye la utilización de los métodos habituales de investigación
en la medicina interna nacida en occidente: laboratorio, rayos, ultrasonido,
etc. Pero más allá de la información que estos datos suministran, se intenta
comprender la personalidad o estructura energética que los alberga. Y esto sólo
es posible cuando se avanza en el conocimiento del sistema vivo denominado
"paciente" desde otro sistema vivo más conocido como "el médico". Podrá verse que la investigación energética apunta a conocer las características globales de la persona estudiada y, por lo tanto, su funcionalidad como sistema. El estudio de "las partes" (órganos) importa en función del conjunto (sistema).
Los órganos y sistemas biológicos también se investigan, sólo que con una metodología poco convencional: a través de los puntos de acupuntura con los cuales tienen una estrecha relación. Ambos enfoques, el estudio de la energía y el rendimiento de órganos y sistemas, permiten una idea razonablemente completa acerca de las características estructurales y funcionales del paciente (persona con la paciencia necesaria para esperar el resultado del estudio). La articulación de ambos enfoques logran la formulación de dos tipos de diagnóstico: el de estado (energético) y el de órganos (estructuras y funciones predominantemente alterados). A partir de esta síntesis puede diseñarse un plan terapéutico enfocado a mejorar el estado energético y la funcionalidad de los órganos. Para esta medicina el devenir natural de la mayoría de las enfermedades tiene tres escalones sucesivos: el primero es un desequilibrio energético. Si éste se consolida dará origen a un disturbio funcional, el cual a la larga evolucionará hacia una alteración de la anatomía, ya sea reversible o irreversible. Ahora podrá comprenderse la razón del estudio emprendido: el objetivo principal del tratamiento es acercar al paciente al mejor de los estados posibles para sus propias posibilidades de desarrollo. Y esto implica lograr alterar la trama del argumento que tiende a enfermarlo cada vez más. Los síntomas juegan un papel secundario: tienen valor como pista, indicio, reclamo. Pero no constituyen la enfermedad. Se los trata frontalmente cuando son muy limitantes o molestos, pero habitualmente se espera su desaparición a partir de una mejoría real del bio-sistema. Por otro lado, cuando el tratamiento funciona realmente bien los síntomas que originaron la consulta empiezan a ser sucedidos por otros que son históricamente anteriores. Es curioso ver como la prestigiosa Ley de Hering de la homeopatía se cumple casi rigurosamente: las enfermedades se curan desde el presente hacia el pasado, de arriba hacia abajo y desde la profundidad a la superficie. Es como si el "proceso enfermante" pugnara por "salir hacia el exterior", y retrocediera a un nivel menos comprometido para la vida y funcionalidad del afectado. Y como si la persona fuera descascarándose al mejor estilo cebolla, pero no necesariamente con la misma obligación del llanto. Por otra parte, cuando este proceso se va desarrollando ( y la persona se DES-ENROLLA ) los síntomas del pasado no suelen presentarse con la misma virulencia y persistencia. Todo esto hará comprender que es difícil fijar tiempos estrictos para la necesidad de cada persona, palabreja que se las trae debajo del poncho ya que su significado original es el de "máscara del actor"... Además, éste es un tratamiento implacablemente respetuoso de la naturaleza y sus tiempos, de manera que será posible asistir a buenas respuestas y posteriores recaídas, las cuales son cada vez menos importantes si el tratamiento es exitoso. Pero no deben (o deberían) desanimar cuando se presentan, a menos que se pretenda no un tratamiento médico sino magia de la peor.
Entonces parecerá elemental pero hay que
decirlo: el objetivo de este tratamiento es aumentar la vitalidad de una persona
(su lado luminoso) ayudándolo a des-enfermarse (su lado oscuro) y dejando que
logre emerger hasta donde sea posible el proyecto original de su vida: cierta
felicidad que se pone tonto explicar con palabras. Es que acercarse a una
situación de autorregulación energética
es un concepto muy cercano al de
lograr un importante nivel de libertad. En cuanto al tratamiento, es importante saber que el primer protagonista es el propio paciente (es literalmente así, sin demagogia), el segundo es el médico y también hay muchos otros en parte conocidos y en parte ignorados. Si uno piensa que su rol en este argumento consiste en ir al consultorio a exponer pasivamente su cuerpo, es mejor que desista de esta expedición. En cierto sentido, éste es un viaje de aventuras al interior del ser, a la intimidad del funcionamiento, a las sensaciones y emociones primarias. Algún día podrá hacerse simultáneamente con un enfoque psicoterapéutico asociado a la misma mirada, ya que el objetivo es integrar órganos, funciones, emociones, historia personal. Pero el desafío para el paciente permanece: si se logra trascender la enfermedad o aminorarla, entonces habrá que encontrar algo hermoso y útil en lo que poner la energía ganada al desierto.sigue a Capítulo 4: Procedimientos
diagnósticos |