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Los acumuladores de energía orgón Revitalización y Envejecimiento
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Las funciones 6. La función de pulsación
La mirada
reichiana sobre la vida destaca un movimiento básico característico de las
funciones vitales: la función de pulsación.
Desde la unidad básica de energía -el bión- hasta la complejidad de un ser
humano, pasando por un unicelular como la ameba o un girasol, el movimiento básico
es la pulsación. O sea: la alternancia entre la contracción y la
expansión.
La generación interna de tal impulso es lo característico de la vida, y puede
encontrarse a cada instante de sus movimientos y operaciones principales: la
división celular, la atracción sexual, la secreción hormonal, el crecimiento,
los intercambios hídricos y gaseosos, etc. Pero ha sido la dinámica del
orgasmo la que ha suministrado la pista de esta función básica de la vida, al
advertirse en ella la alternancia de los cuatro tiempos
que la componen: Estos componentes, también pueden analizarse desde la dinámica de fluidos y cargas energéticas correspondientes: la tensión mecánica típica de una congestión vascular o una contractura muscular produce un aumento de la carga, pero cuando se produce la descarga de energía, ésta va acompañada por la consiguiente relajación muscular o vascular. También hemos visto esta función en otro importante nivel: el de la regulación neurovegetativa, expresada en la función simpática (contracción) y parasimpática (expansión). Y podemos ampliar las relaciones entre ambos momentos fundamentales, recurriendo a las analogías descubiertas por Reich de sus equivalentes funcionales, tal cual puede verse en el gráfico al comienzo de este capítulo: placer, potasio, lecitina, acetilcolina y parasimpático conforman el polo de la expansión biofísica. Mientras que angustia, calcio, colesterina, adrenalina y simpático integran el de la contracción biofísica. Pero ambos -contracción y expansión- se integran en su principio funcional común: el de la excitación biofísica. Debe aclararse que esta investigación nació y se desarrolló en el contexto de un trabajo diagnóstico y terapéutico, lugares donde la contracción se hace hegemónica y enfermante, donde predomina la parálisis de la angustia. Pero la orgonomía reconoce que lo normal es la equilibrada alternancia entre ambos momentos: la actividad del simpático y el descanso reparador del parasimpático, porque los dos polos se necesitan y hasta se buscan, en condiciones normales. La vida es un fenómeno rítmico. Imagino que estas reflexiones sonarán, sospechosamente, a Yin y Yang. Es exactamente así. El principio de polaridad se encuentra magníficamente expresado en la ley del Yin y del Yang, quienes se reúnen en el Tao (el Camino), principio funcional común de ambos. Por eso las relaciones entre orgonomía y acupuntura son tan íntimas e intrincadas. Hablan de lo mismo en términos y hallazgos complementarios. Los chinos descubrieron el movimiento general de las cosas, expresado en el Yin / Yang y en los cinco movimientos de la energía. La orgonomía aporta la verificación objetiva de la energía, algunos desarrollos concretos de las dos funciones básicas y la función de pulsación.
a 7. La medicina funcional de los oligoelementos |
