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Los acumuladores de energía orgón Revitalización y Envejecimiento
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Cuaderno de Navegación 8. Acerca de la nutrición y la actividad físicaEl mundito y la historia de la medicina son
generosos en modas pasajeras y gualichos de variado linaje para conjurar los
demonios del miedo a la enfermedad. Al igual que con el resto del tratamiento vale la pena considerar este último MAR del cual se está hablando desde el punto de vista del metabolismo de la energía y preguntarse acerca de las tres fases esenciales de su devenir: incorporación /nutrición, transformación/distribución y descarga/expresión. El capítulo de la nutrición es mucho más vasto que el de los alimentos que se consumen, ya que los humanos nos nutrimos de muchas otras cosas además de líquidos, vitaminas, minerales, carbohidratos, proteínas y lípidos. También nos alimentamos con miradas, mensajes, afectos de variada índole, música, noticias o informaciones, olores y sensaciones táctiles. Somos un cuerpo/alma ávido de mundo y disponemos de una sensorialidad riquísima que sólo logran adormecer los dueños de la tierra con sus instituciones, su "educación" y la maldita costumbre de reprimir toda manifestación verdaderamente vital. La adecuada transformación/distribución de lo que incorporamos es lo que realmente nos nutre y llega hasta la última de las células del "cuerpo", hasta el más recóndito de los rincones del "espíritu". Y por último la función de descarga/expresión se refiere a lo que sale de nosotros, a la manifestación. Sudor y lágrimas, poesías y sinfonías, materia fecal y orina, creación y destrucción, gestos y movimientos, trabajos y proyectos concretados. Y tal vez la síntesis perfecta de la capacidad de expresarnos se encuentre en la amorosa sexualidad de una pareja: sensaciones y humores, miradas y sonrisas, piel y palabras, ternura y entrega explotan en ese fantástico viaje donde la realidad vuela a nivel de los sueños y se transforma en un pequeño milagro capaz de crear otras vidas. No es posible desvincular estas fundamentales funciones bioenergéticas del contexto de un tratamiento que intente producir cambios importantes en la vida del navegante.
Por eso se intenta una orientación en estos aspectos a través de un programa de desintoxicación llamado La Escoba Metereta, y posteriormente de información básica ligada a la nutrición y al movimiento. No es compatible el consumo reiterado de infinidad de toxinas y la existencia sedentaria con altos niveles de salud. No se puede transformar el organismo en una
sucursal de MANLIBA y al mismo tiempo pretender la utopía de "estar
sano". Es indispensable mejorar el ambiente biológico
para que este
tratamiento (o cualquier otro) sea verdaderamente eficaz. Es tal la importancia de estos temas, que ahora
pueden notarse cambios saludables en la cultura de nuestros días relacionados
con la satisfacción de estas necesidades básicas, pero también cierta
tendencia al fanatismo y desarrollo de nuevas sectas de adoradores de la salud.
La rigidez en estos asuntos es francamente otra enfermedad. El objetivo es
más
libertad y esto no es posible cambiando la cantidad o la calidad de las cadenas. ¿ Y qué viene después, entonces ? Lo mismo que en el resto de la vida: avances y retrocesos, adquisiciones y pérdidas, comienzos, terminaciones y nuevos comienzos. Es estéril intentar parar el flujo de la vida si es que lo único que realmente permanece es el cambio. Pero la tendencia de los fenómenos resulta decisiva: no es lo mismo vivir abrumado por una colección de síntomas que existir sin ellos, no es igual sobrevivir que vivir, crecer no es equiparable a involucionar. Cada uno de nosotros va encontrando su
estilo de
existencia y por lo tanto diseñando sus costumbres, pero
sólo en la medida en
que puede elegir y percibir con más claridad. Es la
pura investigación con uno
mismo en cualquiera de estos aspectos de la vida (por ejemplo: la nutrición, el
movimiento y la respiración) lo que irá diseñando un perfil. Y por si no lo
expresara con claridad durante nuestra relación debo ser claro en este
instante: es necesario que no se sientan presos de otra esclavitud cuando
intenten mejorar su calidad de vida. Y especialmente sientan absoluta libertad para hacerlo: traten de encontrar cierto equilibrio muy personal entre la toxicidad gustosa que no les impida vivir con plenitud y los esfuerzos por mejorar y "sanar". Si necesitaran ayuda para que el MAR no sea sólo una metáfora, existe un instrumento para lograrlo: es el Programa Azul. al último capítulo: 9. Puerto a la vista al Cuaderno de Navegación a Inicio |