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Programa Azul 13. MeditaciónLa actividades de meditación han sido habitualmente presentadas como una manera eficiente de lograr “desenchufarse” de la realidad y por eso, tal vez, muchos de sus adeptos adquieren una mirada tan extraviada. Aquí pretendemos que funcionen en la dirección contraria, conectándonos con nosotros mismos y con el todo en un nivel tan profundo que tampoco tiene palabras para expresarse. Más bien puede notarse en balbuceos o miradas expresivas, en movimientos peculiares y en otro amanecer.
La mayoría de las técnicas consisten en la repetición interna de una palabra que carece de significado racional, el mantra, mientras se adopta una posición relajada y cómoda. Esta simple “actividad”, que no demanda más de veinte minutos, logra sincronizar la actividad de ambos hemisferios cerebrales -lo cual está extensamente demostrado- y, por lo tanto, apunta en la dirección de lograr un alto nivel de integración. El impulsor de la Meditación Trascendental, más conocido como el Maharishi, se refiere así a lo que sucede durante su desarrollo: “Cuando
el meditador deja que la atención se dirija hacia adentro, experimenta
silenciosos niveles de la mente, en lo cuales se percata cada vez mejor de la
naturaleza ilimitada de su percatación en ausencia de todo objeto.
Este estado al que denominaremos Percatación
Pura, no consiste en otra cosa
que en estar despierto por dentro sin percatarse de nada más que de la
percatación pura" - .. "La experiencia de la MT demuestra que ...
la percatación pura ... es la naturaleza básica de la mente.
Pero, dado que ordinariamente la mente permanece en armonía con los sentidos, y éstos actúan como transmisores de lo
externo ... no alcanza a apreciar su propia naturaleza esencial, de la misma
manera que los ojos no son capaces de verse a sí mismos" . . . "Al
establecer regularmente contacto con la percatación pura, una persona tiene
acceso directo a aquellos niveles de la mente de la cual brotan toda energía e
inteligencia humana”. El maharishi describe la mente como un profundo océano. La actividad superficial se manifiesta a través de las olas, pero en sus profundidades reina la calma. Las actividades (ideas, emociones, percepciones) están representadas por las olas. Las silenciosas profundidades del océano, subyacentes del movimiento superficial, son las bases de la actividad mental" ... El pensamiento arranca del más profundo nivel de la conciencia y se eleva a través de los distintos niveles de profundidad, hasta aparecer finalmente en la superficie como pensamiento consciente. De tal modo, nos encontramos con que cada pensamiento agita la conciencia en todo su alcance y profundidad, pero sólo se lo aprecia conscientemente cuando alcanza el nivel consciente; de todas las etapas de desarrollo previo no hay apreciación alguna. Por eso decimos, que para todos los fines prácticos, los niveles más profundos del océano de la conciencia son silenciosos." Lo cual queda ilustrado en este gráfico, tan simple y elocuente, en el cual el maharishi representa la teoría básica de la mente sobre la cual se funda la técnica de la MT. El nivel A es la fuente del pensamiento, es la profundidad interior de la mente donde nace el pensamiento. Al nivel B lo llamamos la mente consciente, porque es en él donde percibimos el pensamiento.
Pero más importante que divagar acerca de técnicas y trucos mentales, es preguntarse acerca del objetivo de la meditación. Es lo mismo que interrogarse acerca de las pretensiones del Programa Azul. Vamos a dejarle esa responsabilidad a Osho (“Tao, los tres tesoros”), y vamos a retirarnos agradecidos y orgullosos de que sea él quien cierre esta presentación del programa:
“Hay dos dimensiones. Una es horizontal. Más, más, más: esa es la dimensión horizontal. Te mueves en una línea. Estás en el punto A y quieres estar en el punto B. Cuando estás en el punto B, quieres estar en el punto C. Pronto llegarás a XYZ. Y a partir de Z es el infierno. Z es la puerta del infierno. Pero no puedes detenerte, la mente sigue. La mente dice: "Mira, estás en C, y D es posible. Así que para qué perder el tiempo en C, vete a D. Luego E se hace posible, así que vete a E". No hay tiempo para disfrutar, no hay tiempo para celebrar, no hay tiempo para retirarse y ser. Estás haciendo, haciendo; nunca siendo. Ser significa que G es suficiente, ahora disfrútalo. Te has ganado tu pan de hoy. Ahora retírate. Pero la mente dice: "¿Y la caja fuerte en el Banco? Todavía está a medio llenar. Tienes que llenarla completamente". En
India lo llaman círculo vicioso del noventa y
nueve.
Tienen una historia. Debe
haber sido un "Lao Tseniano". Así que planeaba qué hacer al día siguiente para conseguir una rupia; una rupia de oro era algo difícil de conseguir. Sólo consiguió algunas paisas, que en aquellos días eran suficientes. ¿Cómo conseguir una rupia? Una rupia, una rupia de oro, significaba casi un mes de trabajo. ¿Qué hacer? Lo planeó de muchas formas, era un hombre pobre, no sabía mucho acerca del dinero. Sólo pudo pensar una cosa, que ayunaría un día y comería otro. Así, poco a poco, podría acumular una rupia, porque cien rupias estaría bien. La mente es estúpida, tiene que completar las cosas. La mente es una perfeccionista. ¿Noventa y nueve?. Se ha creado la obsesión. Tienen que ser cien. Estaba triste. Al día siguiente llegó muy triste y preocupado, no volaba en el cielo, estaba muy sobre la tierra. No sólo estaba muy sobre la tierra, sino que un gran lastre, como una piedra, colgaba de su cuello. El rey le preguntó: "¿Qué te pasa? Pareces muy preocupado". Él no dijo nada, porque no quería hablar de la bolsa. Pero cada día la situación empeoraba más y más. No podía dar bien los masajes porque no tenía energía, a causa del ayuno. Así que el rey le dijo: "¿Qué estas haciendo? Ahora no pareces tener nada de energía, y pareces tan triste y desgraciado. ¿Qué ha sucedido?" Así que un día tuvo que contárselo al rey porque el rey insistió: "Dímelo, puedo ayudarte. Dime qué pasa". Él dijo: "ahora soy una víctima del círculo vicioso del noventa y nueve". Cuando tienes noventa y nueve, hay un círculo vicioso, quieres que sean cien, es la línea horizontal. Y no pienses que cuando sean cien, el asunto se detendrá. Nunca se detiene. La mente no sabe dónde parar. No conoce el detenerse. Por eso cae. Sigue sin detenerse en ningún sitio, de A a B, de B a C, y sigue y sigue hasta que en Z cae en el infierno. Luego hay otra forma de vida. La vertical, no horizontal. No vas de A a B, de B a C. No, no te mueves en línea, en el mismo plano, al mismo nivel, no. Vas de A a Al, a A2, a A3 en línea vertical, en profundidad. Entras en la profundidad de A. Cualquier cosa que sea en el momento, entras profundamente en ello, no vas de este momento al siguiente, sino que entras tan profundamente como puedes en este mismo momento. Entonces, incluso un momento se convierte en eternidad, y tu felicidad crece y no conoce límites, y tu gozo crece y no conoce límites. Y nunca hay un desequilibrio, siempre estás equilibrado. Una mente vertical siempre está en equilibrio, porque una mente vertical ya no es una mente. Todo el esfuerzo de la meditación es darte una mente vertical. Una mente vertical significa virtualmente una no-mente. Entonces te mueves de A a Al, A2, A3, en profundidad. O verticalmente, en altura. Cuando llega B, de nuevo vas de B a B2, B3. Nunca te caes de ningún sitio porque siempre entras en la profundidad. Eso es el retiro, te has ganado el pan de hoy, ahora te retiras. Pero tú
no sabes retirarte: sigues ganándote el pan también en tus sueños.
Te acuestas y haces planes para mañana y nadie sabe si el mañana vendrá
o no. De hecho, nunca viene.
Siempre es hoy. Estás haciendo planes para el futuro, sin saber que la
muerte destruirá todo futuro.
Sé
sabio. Permanece en el momento.
Vívelo tan totalmente como puedas y entonces no conocerás ninguna
muerte. Un hombre que no está
preocupado por el mañana no conoce ninguna muerte.
Se vuelve inmortal, porque la muerte es mañana, la vida es hoy. La muerte está en el futuro, la vida siempre está en el presente, éste es el significado del retiro. Si queréis que traduzca esta palabra, "retiro", lo llamaré sannyas. No te retiras al final de tu vida, te retiras todos los días, te retiras a cada momento. Cuando has disfrutado un momento, eso es retiro, es a través del retiro, es sannyas. Cuando vuelvas de la oficina a tu casa, deja la oficina en la oficina. No la lleves en tu cabeza, si no, tendrás dolor de cabeza, tendrás que tenerlo. ¡Una cosa tan grande, la oficina, la llevas en tu cabeza! ¡Es pesada! ¡Todo el mercado en tu cabeza es pesado! Falibhai va al mercado de valores. Él sabe. Puedes llevar el mercado de valores en tu cabeza. Entonces es locura. Pero él nunca lo hace; ha aprendido a retirarse de él. Retirarse todos los días, retirarse a cada momento... La mera palabra "retiro" no nos parece buena, porque da la sensación de vejez, invalidez. Después de los sesenta y cinco, cuando se acerca la muerte, uno se retira. No, la palabra "retiro" es muy hermosa, es el significado de sannyas. Retiro significa descanso. El trabajo está hecho, ahora retírate, disfrútalo. No pospongas el disfrutar, ése es el significado de la palabra "retiro". Disfruta aquí y ahora.
Eso es el Tao. Nunca vayas al extremo, trabaja siempre dentro de los límites. Permanece en los límites, dentro de los límites; ésa es la disciplina de un sannyasin. Permanece siempre en el medio, permanece siempre dentro de los límites, permanece siempre satisfecho, no anhelando más y más y más. Abandona la línea horizontal y entra en la vertical. Retírate. Y estarás lleno, conocerás la más grande plenitud que la vida pueda darte. Ése es un momento profundo de total equilibrio, de tranquilidad. Lo hemos llamado iluminación, liberación, moksha, nirvana o llámalo como tú quieras.” Yei Porá, Tortuguitas, agosto 26 de 1999 |